El tiempo es...
Compatibilizar un trabajo nocturno con las labores del hogar me resta tiempo para mis ociosidades; por ejemplo, dejarme caer por este blog más a menudo. Y si hablamos de leer otros blogs y de hacer comentarios en ellos más complicado lo tengo todavía.
La verdad, esta falta de horas que hecho de menos me impide fumar el canutillo de rigor que hasta hace unos meses aconstumbraba a saborear cada día. Por otra parte, y en cierto modo, me siento feliz por ello.
A diferencia de todas esas personas que parecen sufrir por la imposibilidad de controlar ese hábito, yo, cuando tengo que interrumpir ese consumo porque las circunstancias de la vida así me lo aconsejan, entonces sólo tengo que postergar mi momento de placer para cuándo sea que tenga que ser, que nunca va más allá de lo que mi paciencia aguanta. O sea, que no debo de tener un hábito muy pronunciado o mi paciencia es muy ancha.
Vengo fumando al rededor de 1 porro cada una o dos semanas, aproximadamente.
He tenido consumos muy diversos, desde seis o siete al día, hasta uno o dos antes de dormir. Pero siempre que he tenido que reducir o eliminar completamente mi "adicción" lo he hecho sin un sólo momento de irritabilidad. Me felicito por ello.
Quizá, lo que más me joda de todo esto es saberme sin material para fumar cuando yo lo deseé. Dicho de otra forma. Yo, que no soy cultivador, y que me tengo que buscar la vida consiguiendo un hash más o menos decente me incomoda no tener mi costo guardado dentro de la cajita que utilizo para guardar todos mis enseres de drogófilo. Porque si algo no me gusta, es verme sin mis medicinas. Puedo pasarme meses sin fumar, pero siempre teniendo mi hash bien guardado, sabiendo que cualquier día puedo hacer uso de ello. Pero no tenerlo, y pensar que en cualquier momento puedo demandarlo me crispa un poco.
Además, ultimamente el dinero me da para lo justo, o quizás algo menos. Así, sabiéndome con otras obligaciones más importantes prescindo del ocio para dedicarlo al compromiso. Ahora eso sí, me espera una fiesta de órdago el día que me permita el lujo, porque a estas alturas es un lujo, de poder demacrarme la salud a mi antojo.
Salud.
La verdad, esta falta de horas que hecho de menos me impide fumar el canutillo de rigor que hasta hace unos meses aconstumbraba a saborear cada día. Por otra parte, y en cierto modo, me siento feliz por ello.
A diferencia de todas esas personas que parecen sufrir por la imposibilidad de controlar ese hábito, yo, cuando tengo que interrumpir ese consumo porque las circunstancias de la vida así me lo aconsejan, entonces sólo tengo que postergar mi momento de placer para cuándo sea que tenga que ser, que nunca va más allá de lo que mi paciencia aguanta. O sea, que no debo de tener un hábito muy pronunciado o mi paciencia es muy ancha.
Vengo fumando al rededor de 1 porro cada una o dos semanas, aproximadamente.
He tenido consumos muy diversos, desde seis o siete al día, hasta uno o dos antes de dormir. Pero siempre que he tenido que reducir o eliminar completamente mi "adicción" lo he hecho sin un sólo momento de irritabilidad. Me felicito por ello.
Quizá, lo que más me joda de todo esto es saberme sin material para fumar cuando yo lo deseé. Dicho de otra forma. Yo, que no soy cultivador, y que me tengo que buscar la vida consiguiendo un hash más o menos decente me incomoda no tener mi costo guardado dentro de la cajita que utilizo para guardar todos mis enseres de drogófilo. Porque si algo no me gusta, es verme sin mis medicinas. Puedo pasarme meses sin fumar, pero siempre teniendo mi hash bien guardado, sabiendo que cualquier día puedo hacer uso de ello. Pero no tenerlo, y pensar que en cualquier momento puedo demandarlo me crispa un poco.
Además, ultimamente el dinero me da para lo justo, o quizás algo menos. Así, sabiéndome con otras obligaciones más importantes prescindo del ocio para dedicarlo al compromiso. Ahora eso sí, me espera una fiesta de órdago el día que me permita el lujo, porque a estas alturas es un lujo, de poder demacrarme la salud a mi antojo.
Salud.
Etiquetas: compromiso, ocio, responsabilidad, tiempo
3 Comments:
Por si no te pasas por narcoguerrilla, el psicólogo del que hablaba es Stanton Peele.
Claro que me paso por narcogerrilla, no mucho pero lo hago.
Pues te pasas más que yo, que la tengo abandonadilla.
Publicar un comentario
<< Home