Hace bastante tiempo que me llama especialmente la atención esa similitud que se puede encontrar entre los estados alterados de conciencia provocados por psicoactivos y los que provoca ese sentimiento tan fuerte y arraigado llamado Amor. Así, ese interés que tengo sobre el tema (no sé por qué) me lleva de vez en cuando a ponerme a leer sobre ello.
Buscando por internet uno aprende que tenemos infinidad de drogas en nuestro propio organismo, conocidas genéricamente como endógenas, muy similares a esas otras drogas externas llamadas exógenas, y que algunas personas utilizamos para salir de la monotonía y cotidianeidad de la vida, aunque sólo sea por unas horas.
Supongo que no hace falta advertir que ni pretendo alentar a nadie para que tome drogas, ni tampoco voy a desaconsejar algo que a mí, hasta ahora, me compensa más que me perjudica, siendo yo quien asume los riesgos que se esconden dentro de cada consumo.
Me gusta pensar que detrás de cada droga y detrás de cada estado de ebriedad se encuentra un método de aprendizaje que hay que saber descodificar mientras se navega. Supongo que el premio que obtiene cada psiconauta lo obtiene a través del largo camino que recorre durante todo el proceso; ni antes ni después, sino durante. Y a lo largo de todo ese aprendizaje, todo es tan ambiguo, confuso, subjetivo y personal que se hace difícil llegar a conclusiones palpables y evidentes.
Volviendo al tema del amor y las drogas. Hoy leo lo siguiente:
“Al parecer cuando una persona se encuentra en la fase de enamoramiento, su cerebro también produce endorfinas, por eso suele sentirse tan bien, aunque su efecto no es permanente debido a que el organismo produce también unas enzimas llamadas endorfinasas que eliminan a las endorfinas”.
http://www.mediks.com/saludyvida/articulo.php?id=757Supongo que esto explica de una forma bastante objetiva por qué ese desapasionamiento en las relaciones amorosas.
Quizás este desapasionamiento sea lo mejor que pueda suceder en toda relación, pues indica que la mente se libera de apegos y aferramientos que nos hemos ido creando poco a poco, y que nos han ido atando a grilletes más que liberarnos de ellos por un una cuestión, generalmente, de vínculos sentimentales
“Desapasionamiento significa que la mente está libre de aferramientos y apegos, i.e., no pensar o analizar. Llegando al cuarto jhana significa llegar a un estado de una mente imperturbable, o una mente que tiene tan fuerte ecuanimidad que se vuelve desapasionada. Así es como el factor de iluminación de atención/observación es apoyado por la desapasionamiento”.http://www.dhammasukha.org/Study/Books/Spanish/sa15.htmNo pensar o analizar. Justo hoy en mi cita mensual con la revista CÁÑAMO leo un artículo de Jonathan Ott titulado “Signos y portentos”. En la vida –afirma Ott- es mejor no tener ideas u opiniones, pues generalmente suelen limitar bastante la experiencia de uno, tanto como para no admitir otros paradigmas que no se asemejen al nuestro.
Puede que la solución sea no pensar, no analizar, sólo dejarse llevar, sin factores externos que nos condicionen la vida, rompiendo todo nuestro ego, el mismo que tantas veces nos limita. Así y sólo así pasaremos de largo delante de nuestros miedos... sin miedos.